El ser humano desde sus inicios necesitó una protección de la intemperie cuando decidió salir de las cavernas, dejando de lado una vida itinerante y estableciéndose en un lugar determinado para poder crecer y desarrollarse, una “vivienda”. La razón de ser gregario y la evolución llevaron a la construcción de espacios comunes mejorando el entorno a lo largo de los años para diversas actividades como: adoración en los “templos”, abastecimiento de alimentos y utensilios necesarios para la vida cotidiana en los “mercados” y lugares de reunión.

Sin dejarnos engañar en la actualidad este hecho no se modificó en absoluto. Gracias al desarrollo de nuevas técnicas constructivas y materiales más resistentes, hoy en día podemos dejar volar nuestra imaginación antes de crear una obra, hablando de edificaciones con varios niveles y utilizando diferentes materiales para su materialización.

Así como nuestros antepasados planteaban techos entrecruzando madera y utilizando paja como cobertura, ahora hablamos de esqueletos de hormigón armado y cubiertas metálicas, siempre refiriéndonos a lo mismo, la estructura. Este término hace referencia al elemento de sostén que permite que toda obra civil (viviendas, edificios, puentes,presas, etc) se mantenga de pie, resistente para su destino y a los diversos factores a los que será expuesta durante su vida útil.

Ahora bien, existe una paradoja entre el arte de manejar los espacios y su diseño estructural. Un extremo sería que la estructura condicione los diseños arquitectónicos que se desea crear, y el otro forzar a la misma que se adapte al diseño propuesto. La armonía de ambas partes es el ideal que WASSER ofrece, estudiando detalladamente el diseño y el cálculo estructural correspondiente, fomentando siempre la optimización de los recursos y las buenas prácticas constructivas. Nuestro servicio es brindado con éxito a cada particular, arquitecto y empresas constructoras, de Tucumán y toda la región.